Katanas, sables, cadenas afiladas volando por todos lados, estrellas letales como hilos de cristal y sobretodo mucho mono negros brincando de un lado a otro... Fue como volver a los ochenta, a saco, esas ganas de ponerte dar leches con la palma abierta y grititos a lo Bruce Lee... Pero por Dios, qué coñazo la mayor parte del tiempo este Ninja Assassin, hijo del milenio.

Setenta por ciento de tedio ultra oriental y filosófico contra veinte por ciento de la mejor acción ninja que haya visto y un diez por ciento más de una patraña policiaca malísima, malísima. Esto es Ninja Assassin, la chapuza mega moderna y mega gore que los Wachowski (Matrix) nos venden como el regreso del cine de artes marciales.

A medio camino entre El Cuervo y el Crying Freeman de Dacascos -peliculón a rescatar-, pasado por el rodillo de la sangre digital a cascoporro y unos efectos que cantan más que un loro, Ninja Assassin es un espectáculo impresionante de acrobacias y luchas orientales pero rodeadas de un montón de paja que las justifiquen.

Nos cuenta que en el japón más tradicional algunos clanes siguen criando niños desde pequeños en el arte de matar a todo quisque y cobrar una pasta por ello, y que entre el amor y el remordimiento uno de ellos se escapa y sus hermanos emprenden su caza y captura mientras siguen asesinando encargos, que lo uno no quita lo otro. Hay una trama, o algo así, que pretende explicar los asesinatos pero lo principal es si un ninja solitario será capaz de sobrevivir y de paso liquidar a todos los demás. ¿Apuestas?

Lo mejor de la película, tan apropiadita ahora, es la crítica a cierto tipo de educación en artes marciales al estilo secta, con la que está cayendo por Las Palmas. Ver cómo se les come el tarro con la filosofía, la disciplina y la nobleza intrínseca al karate, ninjitsu o loque sea no deja de ser curioso, rancio, y por desgracia, de rabiosa actualidad.

Pero la peli, que no huye esa crítica al dominio de las mentes, lo deja de lado y se pone a repartir estrellas ninja, con lo que lo mejor de Ninja Assassin, entretenida pero vacía, es su espectacularidad.

No está mal, si te gustan las artes marciales y no te la tomas en serio.