Siempre he sido seguidor del subgénero de las películas sobre prisiones, en él se encuentran muchas películas ejemplares y de gran valía: propuestas excelentes como Cadena Perpetua o La Milla Verde (ambas de Frank Darabont), otras de buenas como La Última Fortaleza y Brubaker (ambas con Robert Redford), Papillon, la reciente Celda 211, incluso son interesantes algunas aportaciones de algunos subproductos como son Encerrado (con Sly) o Fortaleza Infernal (de lo poco salvable de Christopher Lambert). Fuga de Alcatraz se encuentra entre el segundo grupo, el de las buenas películas.

Fuga de Alcatraz es el reencuentro del director Don Siegel con Clint Eastwood después del éxito que supuso Harry el Sucio, supone una de las últimas películas de realizador, conocido por clásicos como la primera versión de La Invasión de los Ladrones de Cuerpos y Dos Mulas y una Mujer (también con el amigo Clint).

Basada supuestamente en hechos reales, Fuga de Alcatraz gira en torno al escape de la prisión por parte de Frank Morris (Eastwood) y dos compinches. El largometraje sigue todas las reglas del subgénero: un elaboradísimo plan donde el héroe conoce amigos y enemigos, un alcaide que no tarda en aclarar que es imposible escapar con vida, el preso que tiene un animal por amigo (en este caso un ratón), el compañero que le suministra al protagonista toda clase de objetos, el cuarto de castigo donde pasará alguna que otra noche, los momentos de tensión donde temeremos por su integridad... aunque como es obvio finalmente éste se saldrá con la suya gracias a su audacia. Todos los clichés que se vieron tanto en películas precedentes como en posteriores, lo que por un lado hace que sea previsible, si bien, cuando uno elige para ver una película con este título ya sabe lo que va a ver y se agradece no ser engañado.

Entre los puntos de distinción sí que hay que recalcar un aspecto que la diferencia de la mayoría de los largometrajes del primer párrafo, en ningún momento se habla de la inocencia del personaje principal, aquí no sabemos si es un asesino, un ladrón, un violador o vete a saber qué. Aquí solo interesa saber que está en prisión para escapar.

Realizada sobriamente por Siegel y protagonizada por un igual de sobrio Eastwood, Patrick McGoohan y un primerizo Fred Ward, es una película que mantiene el interés durante todo el metraje y que solo flojea un poco en su desenlace final, que se produce sin sorpresa ninguna, falto de emoción.