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España España · Barcelona
Voto de David MS:
9
Drama Erik, un joven de 16 años expulsado de su escuela por su comportamiento violento, recibe la última oportunidad cuando su madre la envía a un exclusivo colegio privado. Allí pronto descubrirá, sin embargo, que los alumnos mayores ejercen un cruel reinado del terror sobre los estudiantes más jóvenes. (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2013
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No es muy conocido el cine sueco por más que muchos notorios directores proceden del lugar: Ingmar Bergman, Lasse Hallström, Jonas Ákerlund, Tomas Alfredson y Mikael Håfström. Este último se dio a conocer en 2003 con Evil, drama que estuvo nominado a la mejor película de habla no inglesa en los Oscar celebrados en 2004 -no ganó, lo hizo la francesa Las Invasiones Bárbaras-. Tras ésta, su paso al cine americano en el que ha ido deambulando entre producciones medias que no pasarán a la historia. Esa parte de su filmografía la componen cintas menores como la apreciable 1408, Sin Control, Shanghai, El Rito y quien sabe si la próxima The Tomb -donde ha reunido a Stallone con Schwarzenegger-.

En Evil contó con un reparto autóctono formado por Andreas Wilson, Henrik Lundström, Gustaf Skarsgård, Linda Ziliacus, Jesper Salén y Filip Berg. Todos ellos desconocidos a la par que excelentes.

Erik Ponti (Wilson) es expulsado del colegio por darle una paliza a un compañero y por, en general, su mal comportamiento. Si quiere pasar a bachillerato la única opción que le queda es entrar en un colegio privado aristocrático, Stahlberg, lugar en el que los alumnos más veteranos maltratan a los novatos. Ponti trata de no cometer los mismos errores del pasado -no quiere ser expulsado otra vez- pero tampoco acepta el bullying que le quieren infligir sus nuevos compañeros. Asimismo, su estancia allí le sirve para conocer la amistad y el amor.

Mikael Håfström consigue con Evil hacer una versión con mala hostia de El Club de los Poetas Muertos. Bien es cierto que ambas cuentan cosas diferentes pero Håfström rueda con el mismo academicismo, clásica puesta en escena, cuidando cada personaje, relación y subtrama, con un mensaje moralizante cargado de buenas intenciones. La principal diferencia se encuentra en que Evil -como es obvio llevando el título que lleva- no se corta a la hora de enseñar lo peor del ser humano para acabar dando la lección.

Hay tres focos de atención en Evil, cada uno mejor que el anterior:

- La película empieza con el maltrato que sufre el protagonista a manos de su padrastro. Sirve para justificar la maldad que tiene Erik Ponti con sus semejantes, maldad que a medida que avanza metraje va reduciendo cuando tiene que sufrir en sus carnes lo mismo que él le ha hecho a los demás. El padrastro por cierto, ajusticiado en el gran desenlace.

- La relación de Erik con su compañero de habitación nerd (Lundström), su primer amigo, y la relación del mismo Erik con una trabajadora del campus (Ziliacus), su primer amor verdadero. No obstante, hay más personajes secundarios que merece la pena destacar en papeles menores: el entrenador del equipo de natación, la madre...

- Pero sin duda la razón por la que Evil es excelente es por la historia de bullying y las putadas que cometen los alumnos veteranos de Stahlberg, unos auténticos hijos de perra a los que el espectador consigue llegar a odiar en los ciento y poco escasos minutos que dura. Consiguiendo con su comportamiento casi nazi que nos pongamos en la piel del protagonista, empatizando con él y disfrutando aún más cuando les paga con la misma moneda -momentos donde más destaca la labor de un Mikael Håfström mejor director de lo que ha mostrado en USA-.
David MS
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