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Voto de David MS:
39.797
Comedia
El Almirante Haffaz Aladeen (Baron Cohen), un dictador antioccidental, arriesga su vida con tal de evitar el establecimiento de la democracia en Wadiya, un país norteafricano con recursos petrolíferos. Su más fiel consejero es su tío Tamir (Ben Kingsley), Jefe de la Policía Secreta, Jefe de Seguridad y Proveedor de Mujeres. Por desgracia para Aladeen y sus consejeros, Occidente ha empezado a inmiscuirse en los asuntos de Wadiya, país ... [+]
20 de agosto de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva película de Sacha Baron Cohen, alias Ali G, alias Borat, alias Brüno y ahora con nuevo personaje, Aladeen, más conocido por el propio título de la película, El Dictador. Es la vuelta del cómico al terreno que le ha dado fama mundial, el de la comedia, tras el paréntesis que se toma entre cada una de ellas para trabajar en proyectos de mayor prestigio como Sweeney Todd (2007), La Invención de Hugo (2011) y la próxima Los Miserables (2012). Como siempre el resultado ha sido taquillero, pero ciertamente a la baja.
Al igual que en Borat y Brüno, vuelve a dirigir Larry Charles, y a Baron Cohen le secundan Anna Faris y Ben Kingsley, seguido de unos cuantos cameos que pasan con más pena que gloria: Megan Fox, John C. Reilly y Edward Norton.
El Dictador cuenta como el tirano de Wadiya (al norte de África), Haffaz Aladeen (Baron Cohen), emprende con su corte el viaje a los Estados Unidos para dar una conferencia antes las Naciones Unidas para tratar de defender la política de su país (reunir arsenal nuclear, la ausencia de democracia). Con lo que no cuenta es con la intervención de su tío Tamir (Kingsley), quien tras haber sido desheredado del trono tiene intención de sacar de circulación a Aladeen.
Larry Charles y Sacha Baron Cohen cambian el tono mockumentary (falso documental) de sus anteriores éxitos, y se adaptan a las comedias 100% ficción al estilo, por ejemplo, Adam Sandler, pero con un tono políticamente incorrecto, provocador, y con toneladas de un humor considerado de mal gusto que toca temas como la xenofobia, el machismo y el terrorismo. Todo con mucha escatología y poca sutileza.
Para mí el problema es el de siempre en las películas del dúo Charles/Baron Cohen: falta un hilo conductor más definido. El Dictador tiene más solidez narrativa que sus anteriores trabajos, al haber dejado el tono documental y parte de la improvisación, pero sigue siendo una sucesión inconexa de gags y sketches que sí, a veces te sacan la carcajada (la escena del helicóptero es genial), pero la mayoría de veces caen en saco roto (cada referencia al vello axilar del personaje de Anna Faris).
El Gran Dictador + El Príncipe de Zamunda + Zohan: Licencia para peinar = El Dictador. Salvando las distancias con cada una de ellas, las cuales son superiores a este ruidoso último film de un Sacha Baron Cohen que con este dictador Aladeen se muestra inofensivo e infantil, por mucho tema polémico que toque. Lo mejor, como la gran cantidad de comedias que se estrenan, en el trailer.
Al igual que en Borat y Brüno, vuelve a dirigir Larry Charles, y a Baron Cohen le secundan Anna Faris y Ben Kingsley, seguido de unos cuantos cameos que pasan con más pena que gloria: Megan Fox, John C. Reilly y Edward Norton.
El Dictador cuenta como el tirano de Wadiya (al norte de África), Haffaz Aladeen (Baron Cohen), emprende con su corte el viaje a los Estados Unidos para dar una conferencia antes las Naciones Unidas para tratar de defender la política de su país (reunir arsenal nuclear, la ausencia de democracia). Con lo que no cuenta es con la intervención de su tío Tamir (Kingsley), quien tras haber sido desheredado del trono tiene intención de sacar de circulación a Aladeen.
Larry Charles y Sacha Baron Cohen cambian el tono mockumentary (falso documental) de sus anteriores éxitos, y se adaptan a las comedias 100% ficción al estilo, por ejemplo, Adam Sandler, pero con un tono políticamente incorrecto, provocador, y con toneladas de un humor considerado de mal gusto que toca temas como la xenofobia, el machismo y el terrorismo. Todo con mucha escatología y poca sutileza.
Para mí el problema es el de siempre en las películas del dúo Charles/Baron Cohen: falta un hilo conductor más definido. El Dictador tiene más solidez narrativa que sus anteriores trabajos, al haber dejado el tono documental y parte de la improvisación, pero sigue siendo una sucesión inconexa de gags y sketches que sí, a veces te sacan la carcajada (la escena del helicóptero es genial), pero la mayoría de veces caen en saco roto (cada referencia al vello axilar del personaje de Anna Faris).
El Gran Dictador + El Príncipe de Zamunda + Zohan: Licencia para peinar = El Dictador. Salvando las distancias con cada una de ellas, las cuales son superiores a este ruidoso último film de un Sacha Baron Cohen que con este dictador Aladeen se muestra inofensivo e infantil, por mucho tema polémico que toque. Lo mejor, como la gran cantidad de comedias que se estrenan, en el trailer.
