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Voto de Michael Myers:
8
Intriga. Cine negro. Drama Una mañana, Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), después de visitar a su padre en el hospital, encuentra entre unos arbustos una oreja humana. La guarda en una bolsa de papel y la lleva a la comisaría de policía, donde le atiende el detective Williams (George Dickerson), que es vecino suyo. Comienza así una misteriosa intriga que desvelará extraños sucesos acontecidos en una pequeña localidad de Carolina del Norte. (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2021
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David Lynch lo mismo te dirige una película totalmente preciosa y emotiva como 'El hombre elefante' o 'Una historia verdadera' (el extraño cruce entre Walt Disney y Lynch) que dirige una bizarrada como 'Carretera perdida' que tiene su aquel para entenderlo. Y no sé lo que tiene el hombre que en ambas facetas artísticas le encuentro interés.

El director nacido en Montana volvió a un terreno más cómodo tras el batacazo de 'Dune' de la mano del protagonista de aquella, Kyle MacLachlan, en la que el tono está ciertamente equilibrado entre un cine terrenal y toques surrealistas. Y hasta cuando se mantiene en ese equilibrio también es interesante.

En 'Terciopelo azul' se nos presenta a Jeffrey Beaumont, quien vuelve a casa tras un problema de salud de su padre. Jeffrey, que tiene pinta de no haber roto un plato en su vida, se irá metiendo en un lado oscuro cuando encuentre una oreja en un descampado y conozca a una cantante llamada Dorothy Vallens (Isabella Rossellini) a la que ve actuar acompañado de Sandy Williams (Laura Dern) mientras hablan de la Heineken como si la empresa de cervezas hubiera pagado por esa secuencia. La oreja da el pistoletazo de salida al encuentro de las clases acomodadas con los rincones tétricos del ser humano.

Aquí es donde entra Dennis Hopper y su cuadrilla de delincuentes pasados de rosca de quien destacaría al recientemente fallecido Dean Stockwell en un personaje afeminado y más calmado (hasta cierto punto) haciendo de contrapeso del personaje de Hopper, un tipo totalmente inestable con gustos sexuales excéntricos. Mérito para Hopper que clava su interpretación transmitiendo intimidación por su carácter bipolar cuando había muchas posibilidades de que quedase totalmente sobreactuado.

David Lynch se sumerge en el género del cine negro sin perder su estilo personal con un resultado altamente notable en el que la narración se toma su tiempo y cuanto más se va descubriendo de todo el asunto, más atractivo se hace. Todo ello acompañado de una banda sonora de igual nivel obra de Angelo Badalamenti el cual no necesita de muchos acordes para sonar mucho más que simplemente bien.

Un trabajo, en definitiva, para los más fans del realizador y para sus detractores, los cuales pueden tener una reconciliación aquí.
Michael Myers
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