Segunda película escrita y dirigida por Christopher Nolan, que supuso su carta de presentación cosechando buenas críticas y un respetable éxito de público.

Cuenta la historia de un agente de seguros amnésico que busca venganza contra los asesinos de su mujer con la ayuda de una conocida y de un policía.

Lo que más llama la atención de la película es su montaje. Ya que la trama está contada desde el final hasta el principio. Nolan crea un auténtico rompecabezas confundiendo al espectador como a su protagonista cuya amnesia le impide tener recuerdos recientes. Al final las piezas encajan aunque la experiencia en tratar de entenderlo pueda resultar por momentos irritante. Algo que es una constante en el cine de este director aficionado a los argumentos intrincados tan rebuscados como originales.

Un desnutrido Guy Pearce es un excelente vengador atormentado por el asesinato de su mujer y las secuelas que padece en su memoria, secundado por Carrie-Anne Moss, había olvidado lo guapa que era esta actriz, y el siempre correcto secundario de lujo como es Joe Pantoliano.