Una de las mejores películas de Carpenter elevada a la categoría de culto por sus seguidores. Se trata de un film de serie B muy entretenido, que gozó de un éxito mayor después de su estreno. El propio Carpenter sería el encargado de dirigir la horrenda secuela varios años después.

Nos encontramos en el futuro año de 1997, a un ex-combatiente, llamado Snake Plissken, se le ofrece la amnistía por sus delitos si acepta rescatar al presidente de los Estados Unidos que ha sido secuestrado en el Air Force One por terroristas comunistas. El avión ha sido estrellado contra el Wall Trade Center y el presidente se encuentra recluído en un lugar secreto de la isla de Manhattan convertida en una prisión de máxima seguridad. Plissken deberá rescatarlo antes de que se celebre una importante reunión en la cumbre celebrada para tratar de poner fin a la guerra mundial. Sin embargo, antes de comenzar la misión a Snake le implantan dos microcápsulas explosivas en su organismo que explotarán en 24 horas si no regresa a la base.

A pesar de los años y de su argumento de tebeo barato, Rescate en Nueva York sigue siendo una película encantadora. Me gusta su banda sonora obra del propio director y Alan Howarth, con esos rítmicos sintetizadores. El diseño de producción de Joe Alves que con cuatro cartones consigue hacernos creer que el avión del mandatario americano se ha estrellado de verdad. El reparto es muy acertado, todos los actores interpretan personajes estrafalarios con actuaciones muy recordadas: El Duque, Cerebro, Maggie, el taxista, Romero, Hawk, etcétera. El trabajo de Kurt Russell es notable, con esa peculiar manera de hablar susurrando en voz baja como una serpiente de ahí su apodo. Las escenas de acción son deliciosas, como por ejemplo la de la pelea en cuadrilátero con el forzudo de bigotes o la persecución final por el puente minado.