Don Rafael Costa, embajador de Miranda, y el matrimonio Thévenot están invitados a cenar en casa del matrimonio Sénechal, pero a causa de un malentendido tienen que ir a un restaurante, a partir de aquí nunca cenan por diversos motivos.
Los 6 protagonistas falsos e hipócritas se niegan a sentarse antes que el otro a la mesa, pero en el fondo sólo cenan juntos por conveniencia, se importan más bien poco .

Buñuel ridiculiza a la aristocracia, basándose en el surrealismo. No es su mejor película pero fue con la que gano el Oscar, está lejos de Viridiana, El ángel exterminador…
El uso de los sueños no aporta nada, pues no se diferencian de la narración, todo ello sin el golpe de siempre de Buñuel, busca la gracia, sin incomodar.

Además el surrealismo en esta década queda algo fuera de lugar, para criticar no cuenta nada, solo clichés típicos. Aun así tiene situaciones y humor negro que salvan la película junto a los actores. Como el caso del obispo jardinero y la importancia de las apariencias, de las mejores escenas de la película.

Lo mejor: Ciertas críticas sociales.
Lo peor: Flojea para lo que es Buñuel.