Día tras día, Cynthia y Evelyn interpretan un provocativo ritual que consiste en castigar a Evelyn con una sesión de placer y sadomasoquismo fetichista.
Explora una particular forma de mantener la pasión frente a la monotonía de la convivencia, en una atmosfera asfixiante, opresiva, viciada y provocadora.

Las amantes pese a sus maneras deben hacer frente a todo lo de unas relaciones convencionales: monotonía, celos, dudas de ser amada.

La puesta en escena de Peter Strickland se basta por sí misma, creando un universo muy particular, con un sonido que sugiere y envuelve las escenas.

Las actrices Sidse Babett Knudsen y Chiara D'Anna hacen creíble la historia, tienen química.

Lo mejor: La fotografía.
Lo peor: Es una historia circular y puede aburrir.

Como curiosidad en la película no aparece ningún hombre.