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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
8
Drama Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, ... [+]
13 de agosto de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta gran obra de Steven Spielbierg el personaje central es presentado como un empresario oportunista que adquiere conciencia sobre lo que ocurre a medida que se desenvuelve la historia. La película por momentos adquiere el tono de un documental. Ganó el Oscar en 1994.

Por Nicolás Bianchi

En las más de tres horas y cuarto de duración de Schindler´s List, Spielberg cuenta el Holocausto desde distintos puntos de vista. De hecho, en la trama se insertan una decena de microhistorias, como la de la niña de saco rojo que llama la atención del protagonista encarnado por Liam Neeson, la del obrero judío manco que es fusilado por ser lo que es y la de la hija que sobre el desenlace logra salvar a sus padres.

La elección del blanco y negro y la amplitud del relato, que durante largas escenas puede olvidar a los personajes centrales, por momentos adquiere un tono documental, como si el director quisiera enfatizar que lo que se ve en pantalla es lo que verdaderamente sucedió. A su vez, la historia se presenta como un lento descenso al más cruel de los infiernos y tanto la introducción como el final están unidos por la misma acción: una máquina de escribir que imprime nombres y apellidos sobre un papel. En principio, para hacer una suerte de censo dentro de gueto en Polonia, al final con la lista milagrosa que determinó la salvación de alrededor de 1200 personas.

Esa lista es el ícono que significa el cambio del protagonista Oskar Schindler, un empresario nazi devenido en salvador de judíos. Según la historia original recogida por una novela publicada en 1982 (titulada El arca de Schindler), este hombre había sido un espía comprometido en varias operaciones militares del ejército nazi que, en algún momento, se encontró con la posibilidad de convertirse en empresario.

Spielbierg abrevia ese trasfondo y prefiere mostrarlo como un playboy, que aprovecha sus contactos en las distintas noches de alcohol y fiesta para hacer negocios. En principio, la mano de obra judía simplemente es un recurso barato. En una primera etapa, si Schindler hace el bien es por accidente. Su personaje luce como un empresario que encarna el espíritu emprendedor capitalista. Simplemente ve una oportunidad y la aprovecha, como los textiles británicos que se valían del trabajo infantil en el siglo XIX o los que en tiempos más recientes han aprovechado condiciones de trabajo ruinosas en el sudeste asiático o cualquier otro punto del planeta.

Durante gran parte de la película Schindler luce como un agente externo a la situación que lo rodea. Incluso con el villano Amon (Ralph Fiennes) logra empatizar. Esta relación le es necesaria porque “sus” judíos, encabezados por Itzhak Stern (Ben Kingsley), han sido instalados en el campo de concentración que dirige este oficial de métodos sádicos.

La estructura de la película y su ingeniería visual es clásica, en el mejor de los sentidos posibles. El relato es épico, aunque el héroe no sea Schindler, que más bien es una excusa para contar el trasfondo histórico del exterminio sufrido por los judíos. Lo único que es posible achacar a Spielberg son algunas líneas de diálogo muy forzadas que dice Stern sobre el final para dejar en claro qué tipo de historia es la que se ha contado. La de un hombre que se dio cuenta y se arrepintió ¿a tiempo?

La película está disponible en Netflix. Contacto: [email protected]
El Golo Cine
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