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España España · El Puerto de Santa María
Voto de Jesus Gonzalez:
8
Ciencia ficción. Drama Durante una misión tripulada a Marte, el astronauta Mark Watney es dado por muerto tras una terrible tormenta y abandonado por la tripulación, que pone rumbo de vuelta a la Tierra. Pero Watney ha sobrevivido y se encuentra atrapado y solo en el hostil planeta rojo. Con suministros escasos, deberá recurrir a su ingenio y a su instinto de supervivencia para encontrar la manera de comunicar a la Tierra que sigue vivo. (FILMAFFINITY)
17 de octubre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ridley Scott, el director británico artífice de obras de culto como “Alien” (1979) o “Blade Runner” (1982) venía dejando, de un tiempo para acá, un sabor agridulce con cada una de las películas que estrenaba. Esta irregular racha llega a su fin con “The Martian” (2015) su último trabajo, estrenado el pasado 16 de Octubre en España.

La película nace como adaptación de la novela homónima del escritor estadounidense Andy Weir y cuenta la historia de Mark Watney, interpretado en la película por Matt Damon (sí, aquél al que ya hubo que rescatar en “Interstellar” 2014 y en “Saving Private Ryan” 1998) un astronauta que tras sufrir un accidente durante una misión en Marte es dado por muerto por el resto de su tripulación, siendo abandonado a su suerte en el planeta rojo.

Son muchas las comparaciones con “Cast Away” (2000) aquella película en la que Tom Hanks naufragaba en una isla totalmente desierta, sin más compañía que un balón de voleibol llamado Wilson. Una pequeña anécdota: Tom Hanks no ganó el Oscar a mejor actor ese año (ya tenía dos por aquél entonces) arrebatándoselo Russell Crowe por su papel en “Gladiator” (2000), dirigida por…Ridley Scott.

Si bien es cierto que los paralelismos son claros, “The Martian” da un paso más allá en ambición, y la búsqueda de la supervivencia aquí no es tan “sencilla” como en una islita desierta de nada. El planeta rojo, donde no hay oxígeno que respirar, ni agua que beber (habría sido un puntazo que Matt Damon la descubriera en la peli, pero no), ni comida con la que alimentarse. Uno de los lugares más inhóspitos en los que quedarse varado, donde ni las bacterias son capaces de sobrevivir debido a la temperatura y las radiaciones.

Sin embargo, Mark Watney tiene un arma infalible: la Ciencia. Mark es astronauta, pero más importante aún que eso, es botánico, y sabe que puede sembrar patatas con su propia mierda, entre otras muchas cosas guays. Si en Naufrago el problema que se explota es la dificultad del ser humano para enfrentarse a la soledad, en “The Martian” el ser humano adquiere una dimensión menos importante. En palabras del propio Mark, durante un monólogo cargado de emotividad: “si muero, habré muerto por algo que es mucho más importante que yo”.

La Ciencia adquiere, pues, total protagonismo en una historia que se nos cuenta de manera excelente, manejando los tiempos con muchísima precisión gracias a la estructura narrativa que hereda de la novela, y que se hace muy amena gracias al constante intercambio de escenas entre Marte, donde se consigue una fotografía espectacular durante algunas tomas aéreas, y la Tierra, donde la NASA trabaja a destajo en un plan de rescate.

Además de la supervivencia y la más que obvia temática de ciencia ficción, “The Martian” también explota el humor, la mayoría de las veces proveniente de nuestro carismático protagonista, y otras del resto del elenco, donde cada personaje aporta su granito de arena a la historia, desde una convincente Jessica Chastain como la comandante Lewis (a la que debemos que la banda sonora sea muy disco) hasta un divertidísimo Donald Glover, astrónomo de la NASA con aparición protagonista estelar.

Destacar los diálogos, cargados de realismo tanto en las apreciaciones técnicas y científicas como en la manera de desarrollarse en algunos tramos de la cinta, como confirma el astronauta español Pedro Duque en esta entrevista. El tacto con el que se transmiten algunas noticias, las bromas que se gastan los miembros de la tripulación unos a otros y los intensos debates que surgen durante la toma de decisiones están conseguidos con un nivel de realismo digno de reconocimiento.

En definitiva, una obra muy redonda, que puede pecar de “positiva” en algunos momentos, pero que le den al cinismo si es que así se consigue contar una historia de aventuras espaciales de tal calibre. Quizás no llegue al nivel de trascendencia que alcanza “Interstellar” (2014) porque no creo que sea lo que busque, y sin duda supera en realismo y emociones a “Gravity” (2013) por lo que “The Martian” se postula como una de las películas más equilibradas en cuanto a viajes espaciales se refiere. Bravo por Ridley Scott, un verdadero científico en el arte de hacer cine.

PD: En esta película sale Sean Bean y, por increíblemente que parezca, no muere, así que él más que nadie
disfrutará el temazo final de los créditos: “I will survive”.

Más en: https://elmurodedocsportello.wordpress.com/2015/10/17/the-martian-la-ciencia-de-ridley-scott/
Jesus Gonzalez
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