Las respuestas no importan porque siempre las hay para todos los gustos y necesidades.

Importan más las preguntas, por ejemplo ¿qué impulsa a una madre a sacrificar a su hijo haciendo que lance una granada sobre un enemigo bien armado y mucho más numeroso? ¿Por qué un deportista de élite sirio, un tirador, acaba enfrentándose en desventaja contra las tropas norteamericanas en Irak? ¿Qué tiene que ver el atentado a las Torres Gemelas con la invasión de Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados? La palabra "salvajes", empleada por los colonizadores blancos para designar a los habitantes nativos de América del Norte, es la misma que emplea el francotirador protagonista para referirse a los irakies... ¿significa esto que el destino de estos últimos corre parejo al de aquellos "pieles rojas" que se oponían al robo y saqueo las tierras de sus antepasados y que no fue otro que la aniquilación? ¿Realmente Estados Unidos es el protector de la democracia y la civilización, o sus acciones militares y su propaganda solo enmascaran objetivos socioeconómicos destinados a confundir a los incautos y enriquecer a las minorías gobernantes, a costa de infinidad de vidas a las que occidente apenas si les concede algún valor?

Resumiendo: el francotirador es una buena película en el aspecto técnico y también lo es si no nos hacemos preguntas incómodas acerca de la presencia constante del ejército norteamericano en lugares tan dispares como Vietnam, El Salvador o Irak?
Pero si nos preguntamos sobre quién es verdaderamente el terrorista, entonces las respuestas que vamos a encontrar pueden resultar más complejas y, sobre todo, más incómodas para nuestras mentes primer-mundistas, tan acostumbradas a mirar hacia otro lado, cuando el genocidio ocurre lejos casa y "por una buena causa".