Cocoon: the rerurn (Cocoon: el regreso), es un largometraje estadounidense del año 1988, dirigido esta vez por Daniel Petrie.

Esta secuela se arriesga a perder el encanto pero logra inventarse y justificar su retorno. El tiempo pasa ("qué rápido pasa todo"), la vida sigue ("life goes on"), son líneas que resumen parte de lo que apunta el eje temático de este retorno. En la Tierra, todo muere lentamente, constantemente envejece; en el otro mundo estelar todo es eterno. En esta Tierra, sin embargo, hay un hogar, ella misma lo es, a pesar de las contiendas politiqueras del capitalismo xenófobo, y habitan en ella todos los recuerdos de la vida humana y todas sus experiencias, sus aprendizajes del error y su felicidad intermitente.

El sentimiento de reconciliación y partida están presentes, y también la belleza de la esperanza del amor: de la construcción de una vida. El mágico contraste entre la pertenencia al cosmos y la fragilidad terrestre da como resultado la sensación de fantasía en esta vida, efímera en escala cósmica y ontológicamente única, irremplazable. Hela allí su encanto y la revitalización de la apologia a la vitalidad, no obstante a un ser vital desde la madurez de la comprensión de la vida, con sus ciclos de cariño y tristeza, de nacimiento y muerte.

Sin duda, una obra hermosa para reflexionar sobre la existencia. Y qué bella es Tahnee Welch...