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Voto de clapton:
9
6,2
19.647
Drama
A pesar de sus apuros económicos, Ian (Ewan McGregor) y su hermano Terry (Colin Farrell) compran un velero de segunda mano, llamado "Cassandra's Dream", para salir a navegar los fines de semana. Ian conoce a Angela (Hayley Atwell), una atractiva actriz que acaba de llegar a Londres con la esperanza de alcanzar el éxito, y se enamora de ella. La pasión por el juego de Terry pondrá a los dos hermanos en una situación muy delicada, aunque ... [+]
29 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que la primera vez que la vi no me gustó. Más que nada, porque esta obra no trata de relaciones sentimentales, que es lo que uno espera cuando va a ver una peli de Woody Allen. Pero en efecto, nuestro versátil autor tiene un amplio abanico de registros, como pocos autores en la historia del cine.
Una buena película, para mí, es la que además de mantener el interés mientras la ves, te hace reflexionar después de haberla visto. Y no cabe duda de que pocas películas tratan temas tan trascendentes como esta.
Es cierto, es un tema ya tratado en Delitos y Faltas, y en cierto modo también en Match Point. Pero Woody nos ofrece esta vez un enfoque diferente. Y en cualquier caso, hay que descubrirse ante la habilidad de contar una misma historia de dos formas diferentes.
La historia trata pues de nuevo del crimen y castigo. De la moral, del bien y del mal. Del remordimiento. De la ambición. De la diferencia entre tener conciencia y no tener escrúpulos. Del valor de una vida humana. Del dilema que se plantea ante la disyuntiva de curzar la raya de cometer el crimen más abyecto para satisfacer el propio beneficio.
De cómo dos hermanos jóvenes, risueños y saludables llegan a plantearse si será preferible estrangular o acuchillar a una persona. De si existe un dios que juzga nuestros actos o si los actos son buenos o malos en si mismos, o si todo da igual y sólo cuenta el propio beneficio.
La película va desgranando poco a poco todos estos temas, lenta e inexorablemente, retratando con precisión a dos personajes que enfocan de forma diferente la situación límite a la que se enfrentan.
Uno de los hermanos encarna, al estilo de Match Point, la ambición, la falta de escrúpulos. Es en el fondo el personaje más peliculero, el que estamos más acostumbrados a ver en el cine, el tipo amoral que no duda en cometer un crimen para conseguir su objetivo. El tipo, afortunadamente, más irreal, que sin embargo nos sorprende al final.
El otro hermano es el irresponsable que se deja arrastrar por sus debilidades, pero que tiene la conciencia de lo que yo llamo las personas normales. Estamos tan saturados de ver crímenes en el cine que apenas nos planteamos lo que de verdad supone un acto semejante. Gran trabajo del guión y del actor.
Una buena película, para mí, es la que además de mantener el interés mientras la ves, te hace reflexionar después de haberla visto. Y no cabe duda de que pocas películas tratan temas tan trascendentes como esta.
Es cierto, es un tema ya tratado en Delitos y Faltas, y en cierto modo también en Match Point. Pero Woody nos ofrece esta vez un enfoque diferente. Y en cualquier caso, hay que descubrirse ante la habilidad de contar una misma historia de dos formas diferentes.
La historia trata pues de nuevo del crimen y castigo. De la moral, del bien y del mal. Del remordimiento. De la ambición. De la diferencia entre tener conciencia y no tener escrúpulos. Del valor de una vida humana. Del dilema que se plantea ante la disyuntiva de curzar la raya de cometer el crimen más abyecto para satisfacer el propio beneficio.
De cómo dos hermanos jóvenes, risueños y saludables llegan a plantearse si será preferible estrangular o acuchillar a una persona. De si existe un dios que juzga nuestros actos o si los actos son buenos o malos en si mismos, o si todo da igual y sólo cuenta el propio beneficio.
La película va desgranando poco a poco todos estos temas, lenta e inexorablemente, retratando con precisión a dos personajes que enfocan de forma diferente la situación límite a la que se enfrentan.
Uno de los hermanos encarna, al estilo de Match Point, la ambición, la falta de escrúpulos. Es en el fondo el personaje más peliculero, el que estamos más acostumbrados a ver en el cine, el tipo amoral que no duda en cometer un crimen para conseguir su objetivo. El tipo, afortunadamente, más irreal, que sin embargo nos sorprende al final.
El otro hermano es el irresponsable que se deja arrastrar por sus debilidades, pero que tiene la conciencia de lo que yo llamo las personas normales. Estamos tan saturados de ver crímenes en el cine que apenas nos planteamos lo que de verdad supone un acto semejante. Gran trabajo del guión y del actor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En cuanto al final, que muchos han criticado, a mi me ha parecido una original sorpresa que nos devuelve a los clásicos relatos en los que el crimen siempre encuentra su castigo. Después de redimirse en parte ante nuestros ojos por desistir de matar a su propio hermano, el malvado muere accidentalmente y el arrepentido se suicida. Final, pues trágico, de tragedia griega, solemne, como la excelente música que pone la nota de suspense y fatalidad durante toda la película.
Gran obra, que resistirá sin duda muchos años de sucesivos visionados para las generaciones presentes y futuras. Una vez más, el genio permanece.
Gran obra, que resistirá sin duda muchos años de sucesivos visionados para las generaciones presentes y futuras. Una vez más, el genio permanece.