Si nos presentaran una biografía visual de Zapatero o de Mariano Rajoy sabríamos de antemano que se trata de un absoluto aburrimiento, pero tal vez con el ansia de aprender algo nuevo, algo lejano (o no tanto), nos ponemos a ver esta película. Pues es más de lo mismo. Narra los años previos del ascenso a la presidencia de Francia de este siniestro personaje que es Sarkozy, o el "enano cabrón", haciendo referencia a la descripción de Chirac. Y se envuelve y se vuelve a envolver en términos políticos, en partidos franceses, en discursos, en descalificaciones, por lo que si el espectador no está muy puesto en esta terminología, acabará por perderse y por perder el poco interés que por sí pueda tener. En ningún momento da la sensación de que nos muestren a políticos, porque en esta película (será como en la realidad) no se hace política: se juega a la política.
En cuanto a los personajes, el protagonismo es el trinomio Sarkozy-Chirac-Villepin, quizá mejor o peor encarnados, pero eso sí, demasiados sobreactuados, sobre todo el del protagonista, con gesticulaciones que superan lo grotesco.
La manera de mostrar la situación personal y/o sentimental hace aguas por todas partes.
Resumiendo: aburrida como la política misma.