Burton vuelve a la vida cinematográfica tras sus fallidas películas anteriores tras "Alicia..." y "Sombras tenebrosas", y de paso se saca la espina tras la mala experiencia con Disney en "Alicia", donde la productora debió meter mucha más mano de la cuenta.

Puede que el corto de 1984 -también con Disney, que por cierto archivó la película sin darle salida comercial-, tal vez tenga una puesta en escena aún más seductora y una banda sonora algo irregular, pero aquí en cambio Burton está en estado puro, grotesto, divertido, sensible pero sin ñoñeces ni blandenguerías ni moralinas del todo a cien.

Permanecen los guiños a otras películas propias y ajenas, personajes muy trabajados y una gran espontaneidad en todo momento, recogiendo lo mejor de la serie B que tanto admira Burton y sobre esto hay que señalar (ólamente) el único mal augurio en esta cinta, y en ésta época de refritos y remakes: si un genio como Burton tiene que volver sobre sí mismo para tener algo nuevo que decir, mal vamos... aunque haya valido la pena.