Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
1
Fantástico. Acción Con el fin de controlar sus deseos de venganza, Johnny Blaze (Nicolas Cage), que ve sus poderes como una maldición, vive apartado del mundo y sin relacionarse con nadie. Sin embargo, acaba siendo localizado por el monje Moreau, que necesita su ayuda para buscar a Nadya y a su hijo Danny antes de que los encuentre Roarke, un viejo conocido de Blaze. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ghost Rider” fue de los pocos fracasos de Marvel que se puedan considerar ‘objetivos’, a saber, una película que, más allá de gustos y opiniones, era innegablemente un truño con personajes insostenibles y superpoderes de risa. Pero al menos sí se notaba que era una producción Marvel en los diseños, en el esquema, en el cameo de Stan Lee y, de hecho, Marvel no tuvo reparos en poner su sello (la tradicional cortinilla del principio). Simplemente hubo exceso de confianza en que en 2007, en plena moda de superhéroes, el espectador se tragaría cualquier cosa que se le echara en pantalla o no se trabajó suficientemente la adaptación y se asumió que cualquier cosa que funciona en papel funcionaría también en película. Fuese como fuese, el castañazo fue monumental, a todos los niveles y aún hoy es sinónimo de precaución, de ‘cuidado que no es oro todo lo Marvel que reluce’. Un meme de película que parecía apropiadamente desterrada del mundo Marvel... Hasta que inexplicablemente, esta segunda parte vio la luz.

Aún hoy, la existencia de “Ghost Rider 2” sigue constituyendo, para mí, un misterio y de vez en cuando consulto su ficha en Filmaffinity para asegurarme de que Marvel participó en la producción de este truño y no se limitó a malvender sus derechos por cuatro euros, ya que no recuerdo si las película arrancaba con la cortinilla característica. El caso es que sí, que “Marvel Productions” figura como una de las productoras, aunque no hay rastro de la esencia Marvel por ninguna parte. No es sólo que no haya cameo de Stan Lee, es que no hay rastro de la cuidada ambientación, de los efectos especiales ni de las historias interesantes que combinan espectáculo y humor propias de una factoría capaz de crear el universo de Los Vengadores. “Ghost Rider 2” es desangelada, fría, y cutre, ambientada en países que han formado parte del Pacto de Varsovia como Rumanía o Bulgaria, la marca habitual de producciones de bajo coste (y calidad acorde). Sin apenas diálogos, los pocos que hay, tienen problemas de concordancia entre preguntas y respuestas, como si se hubiesen mezclado en postproducción las preguntas de algún figurante local húngaro con las respuestas de Nicholas Cage rodadas en estudio con croma verde.

Igualmente, las pocas escenas de acción son bastante infantiles, con un Ghost Rider que tiene poco de Ghost y menos de Rider que usa su moto sencillamente para desplazamientos con un estilo de conducción muy conservador, en línea con las recomendaciones de la DGT de no adelantar ni ir a más velocidad de la permitida. Su arma favorita, la famosa cadena de la muerte ha sido sustituida por una alarmante falta de pericia de los sicarios rumanos que se estrellan sin motivo cada vez que están a punto de atrapar a Cage y su otra arma básica, la mira penetrante esa con la que el criminal se enfrentaba a sus pecados, ha sido reemplazada por huecos discursos de autoayuda. Tampoco hay apenas momentos en los que el motorista entre en combustión, porque los enemigos siguen un guion que no da motivos a Cage para darlo todo y porque todo apunta a un recorte presupuestario en el que los efectos especiales, tiroteos y explosiones se han llevado una buena tajada. A cambio, el motorista parece haber sido dotado del superpoder de poner cara de asco y soltar puñetazos normalitos, tipo mamporro.

“Ghost Rider 2” desconcierta antes de caer en la indiferencia. De una primera parte típicamente americana y alocadamente explosiva, pasa a un incalificable misticismo europeo de difícil digestión. Revisando las críticas profesionales, lo más parecido a una valoración positiva (a la Filmaffinity le asigna el color verde en un exceso de optimismo a mi modo de ver) la firma una tal Elizabeth Weitzman del New York Daily News que hace una reseña entre bizarra y random diciendo que “Tanto si Cage está pagando todavía sus castillos, apaciguando a Hacienda o reconstruyendo su colección de cómics, es evidente que ha decidido, por ahora, vender su talento al frío y duro metal”. Lo que si no entiendo mal, viene a es decir, que lo más positivo de la película es que Nicholas Cage trabaje por dinero. Caramba, pues en el lado negativo se supone que estará todo lo demás.

Una joya. Nivel de truño: mantiene y supera por momentos la calidad del primer motruñista fantasma.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow