“Harry Brown” es una película curiosa. Contrariamente a las películas-globo que se llevan ahora mismo (muy bonitas y pintureras por encima pero vacías por dentro), el ritmo, la estética y la ambientación tiran para atrás… pero la trama y las interpretaciones enganchan y tiran de ella y, aunque a duras penas, saca adelante lo que por fuera parece un tostón de los gordos.

La primera media hora es una introducción a ninguna parte, o para ser más claros, una pérdida de tiempo. Se nos presentan (que no definen) una serie de personajes localizados en la parte deprimente de Londres, la que no nos imaginamos en un país del primer mundo, la de las viviendas sociales en las que lo peor de los bajos fondos convive con clase media y baja en medio de desesperanza y abandono. Al cabo de esa media hora, no sabemos de qué va la película, si es una denuncia social, si es un docudrama sobre ancianos que viven solos o una mezcla de “Callejeros” y “Mi cámara y yo en Londres. De verdad que cuesta resistir la tentación de terminarla a cámara rápida o cambiar de canal… Pero de pronto, sin solución de continuidad, con pasmosa flema inglesa o con una tremenda ineptitud en la dirección (que cada cual juzgue), ocurre un punto de inflexión y para nuestra sorpresa enlazamos con una trama de acción y venganza en la tercera edad. Ojo, importante el detalle, como ya he mencionado, la mediocre dirección impide que sólo podamos hablar de ‘trama de acción’, no de ‘película de acción’.

Por lo que he leído, hay quien dice que es una “Harry el sucio” brit, aunque para mí tiene mucho de “Gran Torino” (brit, también)… El brillante Michael Caine, secundado por una ristra de profesionales secundarios (y/o secundarios profesionales) entre los que destacan la dulce, pero rígida fuera de su registro, Emily Mortimer y varios miembros del reparto de “Juego de Tronos”, se echa la película a sus espaldas y dota de una gran verosimilitud a lo que se ve en pantalla, paradójicamente la frialdad y la lentitud contribuyen al realismo.

La película es dura (de temática, me refiero, no solo difícil de ver) pero Caine y su historia la hacen llevadera y que no se pueda dejar de ver hasta el final. Aunque cueste aguantar el sueño.