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Voto de Felipe Larrea:
5
Drama Biografía de George W. Bush (Josh Brolin) que aborda asuntos como la relación con su padre, el ex-presidente George H.W. Bush (James Cromwell), su juventud, su matrimonio con Laura (Elizabeth Banks), sus problemas con el alcohol, su conversión al catolicismo, su victoria en las elecciones presidenciales y sus principales colaboradores: el vicepresidente Dick Cheney (Richard Dreyfuss), Colin Powell (Jeffrey Wright), el cerebro Karl Rove ... [+]
17 de junio de 2009
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay dos biopics políticos que han brillado en los últimos años son "The Queen" y "Frost contra Nixon", no por casualidad ambas del mismo guionista, Peter Morgan. Su éxito radicaba en que las figuras de la Reina Isabel y de Richard Nixon se enfocaban desde un punto de vista mezcla de respeto y sentido crítico. Oliver Stone odia a George W. Bush y lo deja claro en cada escena, haciendo gala de esa falta de sutileza de la que se ha sentido orgulloso en público en más de una ocasión. Y una cosa es pensar que Bush no daba la talla para el cargo y otra que no sabía hacer la "O" con un canuto.

Los aspectos que siempre han sido objeto de burla por parte de la izquierda aparecen aquí sin apenas profundización y en un tono siempre caricaturesco: su adicción a la bebida, su conversión al credo de su mujer, su escasa preparación intelectual, etc. Me extraña que no se toque su afición a firmar sentencias de muerte cuando era gobernador de Texas y se pase por encima su limitada capacidad empresarial al frente de las compañías de la familia. En cuanto a la guerra de Irak también se queda en la superficie y lo zanja con un par de frases de desprecio hacia la ONU y la intención de controlar el petróleo de Oriente Medio. Incluso los consejeros de Bush se consideran a sí mismos como "los malos", actitud que no he visto adoptar a un político en toda mi vida.

Con algo más de tino, pero el mismo tono despreciativo se hurga en la relación con su padre o la capacidad de su equipo para manipularle, los aspectos para mí más interesantes junto con el interesante reparto. Todos los actores se dan un aire a sus homólogos reales y hay alguna interpretación de altura, como la de Josh Brolin, cuya voz se parece mucho a la de Bush, y la de Richard Dreyfuss como Dick Cheney, probablemente el personaje más siniestro de cuantos rodearon al ex-presidente. No profundizan demasiado en Donald Rumsfeld y Condolezza Rice pese a que esta última está graciosísima en la piel de una irreconocible Thandie Newton.
Felipe Larrea
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