Una película de fantasmas de manufactura británica siempre es una buena noticia para el aficionado. Tal vez no sea una obra maestra, pero sí correcta en todos los apartados y desprovista de esas necedades que tanto encandilan a los estadounidenses. La maldición de Rookford (The Awakening, El despertar, en versión original) trata de una mujer adelantada a su tiempo (sublime Rebecca Hall) que se dedica a poner al descubierto supercherías y engaños varios relacionados con el ocultismo y el espiritismo. Su escepticismo se verá puesto a prueba cuando acuda a un internado donde ocurren extraños acontecimientos y los fantasmas campan a sus anchas... Con un guión equilibrado, una fotografía preciosista y unos secundarios de lujo, el debutante (en la pantalla grande) Nick Murphy se embarca en una historia gótica que a cierto público, mayoritariamente joven, se le antojará antigua por puro desconocimiento de causa, pero que a los fans del género nos deparará un rato muy agradable. ¿Os he dicho alguna vez que amo a Rebecca Hall? Sus pómulos, su boca, su forma de mirar, de andar... Ella es la columna vertebral que sustenta la película, el alma de la narración, la musa que inspira nuestros deseos más enfebrecidos... No dejéis de verla, fans. Está sencillamente divina.