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Voto de Javier Moreno:
37.970
Drama. Intriga
En 1913, en vísperas de la Gran Guerra (1914-1918), extraños acontecimientos, que poco a poco toman carácter de castigo ritual, se dan cita en un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania. Los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros conforman una historia que reflexiona sobre los orígenes del nazismo en ... [+]
16 de enero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haneke viste a todos los integrantes de la comunidad de una trascendencia vigorosa. Crea un entramado de acontecimientos de extrema gravedad.
Desde el principio, la maravilla visual nos asalta para que no podamos discernir más que la buena voluntad y el orden social de la población. Más allá de la astuta "autopsia" de Neathara, creo que sobresalen las conversaciones, medidas con precisión inquietante.
Sereno y conciso, se atreve con todo lo moral aunque no se enfrenta con soberbia hasta bien entrado el metraje. Es esta la guía de Haneke al espectador. El relato por el relato. Herencia austríaca con sabor a proceso kafkiano. El insulto es casi constante y se va acentuando en las relaciones poco a poco, y los ojos se abren como platos (que ya están abiertos, se entiende).
El relato termina por pinchar, y escuece, escuela del este de Alemania que se endurece entrada la primera hora. Para ello, ayuda el blanco y negro de los interiores (mucho mejor que el de los exteriores) que termina por desquiciar de lo impoluto.
IMPECABLE MUESTRA DE CRUELDAD.
Desde el principio, la maravilla visual nos asalta para que no podamos discernir más que la buena voluntad y el orden social de la población. Más allá de la astuta "autopsia" de Neathara, creo que sobresalen las conversaciones, medidas con precisión inquietante.
Sereno y conciso, se atreve con todo lo moral aunque no se enfrenta con soberbia hasta bien entrado el metraje. Es esta la guía de Haneke al espectador. El relato por el relato. Herencia austríaca con sabor a proceso kafkiano. El insulto es casi constante y se va acentuando en las relaciones poco a poco, y los ojos se abren como platos (que ya están abiertos, se entiende).
El relato termina por pinchar, y escuece, escuela del este de Alemania que se endurece entrada la primera hora. Para ello, ayuda el blanco y negro de los interiores (mucho mejor que el de los exteriores) que termina por desquiciar de lo impoluto.
IMPECABLE MUESTRA DE CRUELDAD.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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