Las calles están tan sucias que si se cruza un violador más en tu camino no se nota demasiado, el asfalto de la ciudad acoge acosadores, traficantes, putas y toda clase de maldad urbana. "Ángel de venganza" nace y crece dentro de una jungla, de la misma manera que la protagonista apocada al principio se ve obligada a transformarse en una leona cuando decide pintarse los labios y darle al gatillo con gusto. Si lees la sinopsis tal cual la cosa promete, una chica muda (no he detectado en ningún momento que sea sorda, aunque poco importa) es violada dos veces seguidas desde que sale del trabajo hasta que llega a casa: ¿qué va a ser capaz de hacer Ferrara con esta idea cruel de partida? Y la respuesta (la mía) es que consigue hacer algo muy grande.

Con una textura maravillosa de serie B, con esa sangre roja a borbotones cuando toca, una pistola de balas infinitas y muy diferentes maneras de darle al gatillo, esta película alcanza portentosas dosis de locura. Ella no puede gritar, es silenciosa, pero una vez desatada es capaz de todo. Al guión no se le puede pedir más, sencillamente todo gira alrededor del camino que recorre una trastornada que en seguida se nos convierte en asesina en serie. La policía ni aparece ni la echamos de menos... ¿Humor negro?; ¿buen o mal gusto?; a mí me ha parecido fascinante, de ahí mi elevada nota, no se puede puede más en apenas ochenta minutos, espectáculo puro.