Se mire por donde se mire hay que tener valor para realizar una película así, no tengo ninguna duda que sólo Buñuel podía tener una perversa idea así. Para mí, por encima de la inexpresiva Deneuve, el verdadero protagonista es Buñuel, de otra manera la mayoría nunca nos pondríamos delante de este raro drama que, estando bien apadrinado por el surrealismo, nos lleva de un lado a otro rellenándolo de imágenes sugestivas que no es fácil que dejen igual a nadie. La Deneuve está muy buena, eso es incuestionable, y es por eso que Buñuel nos la pone ahí delante, precisamente porque su poderío físico contrasta con el drama propuesto, exhibe su rara relación con el sexo y de ahí es difícil quedarse como si nada hubiera pasado. No es una historia normal, viene de la mano de una persona siempre crítica con las altas esferas acomodadas y a mí, siempre personalmente, eso me encanta.

Lo que no me gusta es que no incide como debiera en otras cuestiones más de tipo narrativo, los personajes que aparecen a última hora y que desencallan la trama, Rabal entre ellos, suponen una dosis de pasión surgida de la nada y no me convence. Puedo afinar demasiado quizás y decir que Buñuel estaba como una cabra, y por lo tanto qué más da meter una cosa que otra, meter a un "mellao enamorao" (ahora pongo un poco de humor propio) o cualquier otra cosa. De todas maneras lo cierto es que hay que tener valor para plantear algo así, una fulana no como todas, esta las supera a todas y para mí está en el número uno del ranking de fulanas.