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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
5
Aventuras China, año 1900. Las embajadas extranjeras en Pekín deben hacer frente a la sangrienta revuelta nacionalista desencadenada por los boxers, que se dedican a asesinar cristianos. Dentro de un recinto amurallado, el embajador inglés se une a los miembros de otras delegaciones en un desesperado intento por resistir el asedio. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"55 días en Pekín" llega a nuestros días como un título arquetípico de las superproducciones estadounidenses de la época y con una cantidad de habladurías que quedan detrás de su realización para el disfrute de la literatura. Se filmó en España, en la España franquista evidentemente, y es por ello que muchas voces apuntan la inclusión de la embajada española en el sitio que tuvo lugar en China, como una superpotencia más mundial. Un gesto para el anfitrión. No he rascado mucho y ando verde de historia de la colonización oriental, pero me da a mí que los desastres del 98 habían dejado en más bien escasa la presencia española en el planeta. Si "55 días en Pekín" incluye a los españoles beneficiarios de una parte del pastel chino, perfecto, es una licencia más de las muchas que tiene la película.

Por aquella época los USA ya estaban acostumbrados a meterse en casa del vecino cuando les interesaba, así que posicionarse radicalmente a favor de los invasores no ha de extrañarnos, aunque sí moleste. Los chinos quedan como gente que no tiene derecho a decidir el futuro de su país. Eso, por mucha distancia que se pueda tomar en beneficio de la película, es imperdonable. No puede asimilarse bien una película en la que su partidismo es tan evidente.

La película dispone de una cantidad enorme de fardadas, lo de Heston en plan machote de arriba abajo no ha de sorprendernos, poseedor de unos valores inquebrantables, de honor militar, de honor humano. Es el protagonista y se debe a la etiqueta. Lo de Ava Gardner tienen más que ver con su nombre, un atractivo indudable de la época, que a nuestros ojos parece más personaje secundario, un florero. Si atendemos a las habladurías, una borracha que no se enteraba de qué iba la película y era incapaz de aprenderse tres frases del guión. Las escenas de pura acción suman buenos minutos, pero atención: dos horas y media son demasiadas y hay tiempo para aburrirse mucho. La pura estética señala el baile de oficiales como momento álgido, no lo discutiré, pero también es igual de cierto que la película se localiza en China y que los únicos chinos que tienen diálogos son blancos maquillados...

Las cosas negativas son muy lamentables y las buenas son pasajeras. Esa es mi conclusión. En la época lo tenía todo y estoy convencido que se llenarían los cines. Entrados en el actual siglo nos llega como una película en la que es difícil entrar porque es tan políticamente incorrecta que provoca cierto fastidio. Lo que hay detrás de la producción me es más simpático, imagino a Nicholas Ray dándole un síncope por su incapacidad de controlar la realización, aferrado a la botella de vino con la Gardner, en la España berlanguiana de Villar del Río...
Luisito
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