La tercera entrega de la saga se sitúa a medio camino entre la gran primera parte y el bodrio infumable de la segunda. Lo mejor es no pararse a pensar en la historia, porque lo poco que hay es un rollo sentimentaloide que pretende humanizar la película (sin conseguirlo) y que lo único que consigue es despertar la vergüenza ajena del espectador. La acción no está mal, aunque tiene muchas más fantasmadas de las necesarias y no se plasma suficiente emoción... J.J. Abrams no está capacitado para dirigir una película de este calibre. Así que, lo dicho, cuanto menos se piense más se podrá disfrutar la película. Lo más que te puede dar es entretenimiento si te gustan las pelis de acción e intriga, pero tampoco llega a funcionar del todo. Respecto a las interpretaciones... Sí, Tom Cruise sale muy guapo en todos los planos y las chicas son bastante monas (lástima que Keri Russell salga tan poco). Lo que está claro sobre todo es que por muchas misiones que realice Ethan Hunt, ninguna llegará al nivel de la dirigida por Brian de Palma.