Es cierto que toda la saga de Bridget Jones tiene un gen muy femenino y ello se expresa en el tono de cada secuencia protagonizada por Renne Zellweger, pero también hay que rescatar su aporte a la comedia, para adultos, sin caer en la vulgaridad innecesaria.

“El bebé de Bridget Jones” (2016) es divertida, muy en el estilo de anteriores entregas de la franquicia, lo cual es meritorio considerando los años que separan a esta película del resto de sus predecesoras y sumando la ausencia -bien llevada- de uno de sus ejes protagónicos.

Aparte de los bonos hacia la protagonista, son realmente los toques de Colin Firth y Patrick Dempsey los que a ratos se roban la película, con una mención a la mejor amiga del trabajo. Todo en un contexto muy liviano, sin mucho para descubrir o filosofar, de hecho al personaje de Bridget Jones son varios los públicos que la detestan, pero entre quienes les divierte será terreno fértil.

Esta cinta es entretenida, recomendada para los fans del personaje en cuestión, especialmente chicas pero no excluyente de momento divertidos para ser captados igualmente por los varones. Eso si, es algo extensa con dos horas algo previsibles pero que en el balance son bastante gratas.

Esta es la coronación -dilatada en demasía- de un personaje emblemático del cine del nuevo milenio, para bien o para mal, pero que 15 años después reaparece para reverdecer laureles, en su estilo, uno conocido pero quizás no apto para todos los públicos y paladares. Como sea, a Bridget Jones y su séquito eso nunca le ha importado demasiado.

Recomendación:
Para el disfrute de su público se consigue una esperada tercera parte digna, entretenida, que no necesita ser brillante para reverdecer laureles.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com