La falta de escrúpulos de unos sinvergüenzas viene a denunciar Marco Kreuzpaintner, quien dirige una película que presenta una temática por sí sola espeluznante, sin tenerse que recurrir necesariamente a mecanismos que remuevan la conciencia.
La película es un gran acierto pues retrata algo que es tan real como doloroso, y más viniendo de países como México donde los gobernantes se lavan las manos. En general, muy buenas actuaciones, estupendo guión y buenas dosis de entretenimiento. Recomendable y dura.