Nunca me cansaré de repetir que la calidad de una comedia es completamente subjetiva para cada espectador, en función de lo que se llegue a conectar con su sentido del humor.
En este caso, este divertido enredo a mí personalmente me hace bastante gracia.
Tenemos a unos patéticos personajes enredados cada uno por su lado y por sus propios motivos para intentar robar el mismo banco justo en el mismo fin de semana.
Entre los actores destaca bastante Woody Harrelson, que resulta ser el más gracioso de todos, entre otras cosas porque su motivación es la venganza hacia el personaje de John Cleese, ¡por un pato!
El humor es muy blanco, que suele ser el que más me gusta. Es sencillo pero efectivo.
Resulta muy curioso ver cómo se van entremezclando las tramas de los personajes, que siendo compañeros de trabajo apenas se conocen y cada uno tiene su propia historia.
Para mi gusto el momento más divertido es la secuencia del asalto a la casa del millonario.
Ya podrían aprender muchas comedias norteamericanas actuales de esta.
Sin humor verde, sin actores supuestamente especialistas en comedia y prácticamente sin palabrotas (solo un poquito con la niña de las galletas, otro momento genial por parte de John Cleese), resulta ser una película de humor mucho más efectiva y divertida que la mayoría de las que se hace hoy en día en Hollywood.
Pero bueno, como siempre digo y siempre diré, el humor es subjetivo. Soy muy especial en ese sentido, porque luego veo "Guardianes de la galaxia" o "Resacón en Las Vegas" y como no me hacen ninguna gracia para mí son malas. Cuestión de gustos.