Mafia rusa, un secuestro y una venganza, a manos de nuestro amigo "Nicolas jaula".
El vilipendiado actor en horas bajas nos trae esta historia de género negro y toques de acción, que queda en el enorme montón de su filmografía de las que no son nada del otro mundo y que habrá mucha gente a la que ni siquiera le guste.
El paisano Paco Cabezas imprime un ritmo muy lento al principio, con comportamientos poco creíbles (¿acaso no están Cage y Nichols demasiado impasibles con lo que les ha pasado a su hija?). La investigación siguiente no tiene toda la emoción que debería al principio.
Y ya cuando la historia ha avanzado bastante, hasta su mitad o quizás más, es cuando comienzan las escenas más interesantes, con persecución de coches incluida.
No se puede decir que sea un peliculón ni en broma, pero tampoco me da la sensación de ser un bodrio total. Sé que a muchos espectadores no les gustará por el mero hecho de ser de Nicolas Cage, pero creo que se puede salvar de la quema, eso sí, por muy poquito.
Lo que sí es cierto es que, aunque podría haber estado bastante mejor (más acción y emoción le habrían venido muy bien), en ciertos momentos muy concretos este actor con alopecia deja vislumbrar levemente sus aparentemente perdidas capacidades de interpretación que antaño le valieron un Óscar. Y no menos cierto es que también ha hecho cosas mucho peores ("El hombre del tiempo", "El motorista fantasma 2", "Teniente corrupto", etcétera).