La primera gran superproducción de Michael Bay tiene muchos puntos a favor para los que nos gusta el género de acción.
Reinventa las películas de "lugar secuestrado" con un argumento muy interesante, buenos personajes, diálogos acertados y muchos momentos espectaculares. Ni los malos son como todos ni las amenazas son tópicas. El gas VX realmente da miedo.
El casting es bestial. Sean Connery es el rey de la película, a pesar de su avanzada edad. Da muy bien el pego con su personaje, y le hace la réplica a un Nicolas Cage que todavía actuaba bien y hacía buenas películas, antes de su decadencia.
Pero el tercero en discordia, Ed Harris, ese sí que lo borda de verdad. Este excelente actor realiza una actuación tan buena, que hasta nos caerá bien aunque sea el malo.
La verdad es que la motivación de este soldado es justa y no es el típico villano despiadado al que siempre estamos acostumbrados a ver.
La acción es muy trepidante y espectacular. Aún así Michael Bay se pasa con los movimientos de cámara. Pero qué le vamos a hacer, este hombre es así.
Tiene escenas muy memorables como la persecución en San Francisco, las mazmorras de la roca o la escena final.
Además, el humor que tiene no es tan malo como el habitual de Michael Bay en películas posteriores como "Transformers" o el bodrio de "Dolor y dinero". Hace gracia en esos breves momentos que hay.
Una gran película de acción, una de las mejores del año 1996, que se puede considerar como una despedida a lo grande de Sean Connery del cine, pues las pocas que hizo después hasta retirarse no fueron demasiado deslumbrantes.