Da gusto salir del cine tras haber visto una buena película. Y más gusto aún si esa peli es española. Celda 211 es una de esas películas que contribuye a desterrar complejos y tópicos sobre el cine español. Se trata de un thriller carcelario en toda regla, que te engancha desde el primer minuto y ya no te suelta. Daniel Monzón se atreve a mostranos, de una manera muy convincente, como se produce un amotinamiento carcelario. Un funcionario, mientras está de visita para conocer su puesto de trabajo, al que se incorporará al día siguiente, es sorprendido por el motín, y no le queda otra que hacerse pasar por un preso recién ingresado. Con este argumento Daniel Monzón consigue construir una película que nos mantiene en tensión durante todo el metraje, que se pasa volando. Muy importante para conseguir este gran resultado es la buena elección de los actores y el gran trabajo que realizan.
Alberto Ammann interpreta a Juan, el funcionario atrapado, consiguiendo plasmar la evolución que sufre su personaje a lo largo del motín. Para tener en cuenta en el futuro. Pero sobre todo hay que destacar a Luis Tosar, que interpreta a Malamadre, el cabecilla del motín, que no da miedo, da pavor. Su interpretación es más que realista. De verdad que te parece estar viendo al tío más chungo de la carcel. Diría que no es imaginable un Malamadre mejor ( o peor, según se mire) que el que ha hecho Luis Tosar. Y es que Malamadre no sólo es un delincuente capaz de matar a la mínima; también tiene sus principios, y un código moral forjado en la carcel en el que la lealtad es el primer mandamiento. No hay que olvidar al gran Antonio Resines, que interpreta a Utrilla, un funcionario duro, de los de porra suelta, sin escrúpulos. El cara a cara que Resines mantiene con Tosar, para mí, lo mejor de la peli. Te das cuenta de que los dos tipos están hechos de la misma pasta, solo que uno al servicio del Estado, y el otro al otro lado de las rejas. Resines, desde luego, genial. Pongo a los 3 como ganadores en mi quiniela de los Goya.
Quizás lo más flojo sea el personaje de la mujer de Juan, interpretado por Marta Etura. Aunque importante para explicar la evolución y motivaciones del protagonista, su comportamiento es un poco forzado y es la pieza chirriante dentro del engranaje que conforma la historia.
Recomendable para todo el mundo, con excepción quizá de funcionarios de prisiones y opositores a ello.
Desde luego, la mejor peli española del 2009, y la más exportable de todas. (incluidas superproducciones "amenabarianas").