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España España · Madrid
Voto de Judas:
4
Drama La historia, inspirada en hechos reales, muestra la vida de la familia Gucci durante tres décadas, en las que una sucesión de traiciones, dinero, decadencia, luchas de poder y venganza desencadenaron en el asesinato en 1995 de Maurizio Gucci (Adam Driver) por orden de su mujer, Patrizia Reggiani (Lady Gaga), que llegó a ser conocida como "la viuda negra de Italia".
4 de noviembre de 2022
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como está todo más que trillado por aquí respecto a la calidad cinematográfica de esta película, me voy a focalizar solamente en un aspecto que me ha irritado especialmente, y por el cual bajo esta película de un 6 a un 4. Resulta curioso la indignación social y mediática que supone hoy en día realizar una película o una serie sin la inclusión forzosa de actores de diversas etnias, cánones físicos y orientaciones sexuales. Aunque no haya ningún motivo por el cual hacerla, porque en teoría es el actor quien debe encajar en el papel y no al revés, parece que si no la metes con calzador, perpetúas y abanderas ese ente opresor, abstracto e infinito, que llaman patriarcado heteronormativo. Debe ser que cuando hicieron Blade, del cual tengo unos recuerdos maravillosos, Stephen Norrington escogió a Wisley Snipes por condescendencia. Y nadie la vio porque la protagonizaba un negro, que además atizaba a blanquitos. Debe ser. Sin embargo, y como todo en esta vida cuando se trata de gestos superficiales, de cara a la galería y por y para el postureo más elitista, todo tiene un límite. Y el límite aquí es el de toda la vida, el que todos conocemos: el dinero. "Soy 'inclusivo' pero no gilipollas", debió pensar Ridley Scott. Y continuó: "Yo si quieres te meto a Morgan Freeman de abuelo Gucci, pero no me pidas que contrate italianos que hablen italiano para hacer una película de italianos. ¿Quién me iba a ver si no en los los países (monolingüísticos) anglosajones? Mejor contrato a un elenco de yanquis que hablen en inglés poniendo acento italiano y digan Ciao, Grazie y Mamma un par de veces para que parezcan de la misma Toscana y asunto arreglado. ¿Qué es jodidamente ridículo? Y que más da, si mis espectadores no saben ni dónde está Italia".

Pues eso. La película no está mal. Son buenos actores, incluido Lady Gaga, que la verdad que me ha sorprendido a bien, y sus interpretaciones son pasables, pero lo que me niego a pasar por alto es este grosero y permanente detalle durante toda la película. No me gustaría sinceramente ver a Anthony Hopkins interpretando el papel de Amancio Ortega en inglés y con acento gallego. Como tampoco me parecería bien ver a Imanol Arias haciendo de Warren Buffet en español y con acento de Nebraska. Lo siento pero no, no todo vale. Hay actores italianos también muy válidos dispuestos a trabajar con Scott. Así que no se puede ser inclusivo hasta lo absurdo para unas cosas y tan poco para otras, más necesarias y evidentes.
Judas
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