Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
6
Thriller. Drama Sam Bowden, un respetable abogado de una pequeña ciudad, ve cómo su tranquila vida se convierte en una pesadilla cuando Max Cady, un criminal que pasó ocho años en la cárcel por su culpa, no deja de acechar a su mujer y a su hija adolescente. La ayuda que le ofrece el jefe de la policía local resulta inútil, y él, legalmente, no puede hacer nada para alejar a Cady de su familia. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2010
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
J. Lee Thompson quedó tan impresionado con Gregory Peck en 'Los cañones de Navarone' que volvió a contar con él para su siguiende película, que es la que nos ocupa. Por si fuese poco, como antagonista tuvo en el papel a Robert Mitchum, que sobretodo en 'La noche del cazador' nos demostró lo aterrador que puede llegar a ser. Con uno a cada lado, nos encontramos con una atractiva lucha de gigantes.

Nadie va a decir o escribir a estas alturas el pedazo de actor que fue Gregory Peck, sin duda alguna uno de los mejores del ciné clásico (sobretodo) en los 40, 50 y 60. Obviamente, todos le recordarán por su papel en 'Matar a un ruiseñor', pero nos dejó otras actuaciones memorables, como, por ejemplo, la que nos regala en esta película. Cada gesto y cada expresión del actor transmiten más de lo que muchos de los "aplicados" intérpretes que han venido desde entonces quisieran para si.
¿Qué decir de Robert Mitchum como malo malísimo? Los que hayan visto 'La noche del cazador' ya sabrán lo que podía llegar a acojonar el actor solamente con una mirada o un ademán violento. Aquí vuelve a recordarnos por qué su nombre siempre sale cuando hablamos de "malos" de la historia del cine. La escena con la jóven chica que no se atreve a denunciarle o aquella otra en la que la niña está en el coche son dos de los ejemplos más claros.

Debo decir que no he visto demasiado cine de J. Lee Thompson (cosa que corregiré proximamente), pero que no me parece que su labor aquí sea memorable ni mucho menos. Es más: diría que tira a floja. El director se equivoca en el ritmo de la película y falla en muchos de los momentos de tensión dejándose llevar, creo, por su empeño en que consigamos ver algunas secuencias desde el punto de vista aparentemente tranquilo de Max Cady (Mitchum). A título personal, diré también que me parece una barbaridad que, pudiendo dar mucho más de si un personaje como el del comisario, se le de tan poco espacio. Sobretodo porque está interpretado por un enorme actor como es Martin Balsam. En favor de la dirección diré que tiene (aunque contados) planos interesantes y sabe servirse en ocasiones de la música para crear tensión y, su mayor punto a favor, es que en mi opinión el guión no da para tanto (sé que estoy diciendo algo totalmente impopular) y solo pueden salvarlo los grandes trabajos de los actores.

La película no es mala (si organizas una lucha entre Gregory Peck y Robert Mitchum tienes que cagarla mucho para que alguien no disfrute aunque sea minimamente), pero tampoco es la hostia. Está bien en general, pero da la impresión de que todo el metraje sirve simplemente para ir hinchando el globo que tiene que explotar al final, sin tener muchos de los minutos de la película nada realmente importante de por sí.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow