Una mirada diferente y jocosa al mundo del zombificado que funciona con voces en off al principio y con chistes ingeniosos en buena medida. La adaptación de la novela de Isaac Marion al cine por parte de Jonathan Levine (50/50) resulta hasta tierna a pesar de que se desarrolla en medio de un apocalipsis y concentra cierta crítica a la sociedad actual, siendo en momentos bastante sarcástica sobre cómo llevamos la vida en es este siglo XXI tan tecnológico pero escaso de comunicación entre los iguales. Esto se ve escenificado en el bar del aeropuerto, en ese bis a bis entre dos zombies que resulta muy esclarecedor. Nicholas Hoult (X-Men: Fénix Oscura) actúa con acierto dando tumbos como un zombie durante toda la película y le da réplica su asustada y sorprendente compañera humana Teresa Palmer (Hasta el Último Hombre). Junto a ellos también vemos al mata zombies John Malkovich (RED) y a Dave Franco (Ahora me Ves...).
Interesante y original aportación al género que es divertida, sencilla y a veces muy serie B en tanto a las escenas de acción y efectos se refiere, pero eso no importa si la historia reactiva algún que otro corazón.