Encontré esta serie en un momento de amor por la Yakuza, acordándome de las películas de Kitano (que gran peli la de Sonatine, con esa primer escena entrando el bar). Entonces vi el anuncio en Netflix y pensé que era el destino la que habia puesto esa serie para que yo la viera.

Ya la descripción de la serie me hizo dudar un poco, eso de ir a Londres no me dio buena espina. Pero bueno me lancé a verla con una gran esperanza de encontrar una gran serie.

Debo decir que esta critica esta basada en 4 capítulos y medio.

Y lo que me encontré fue una gran decepción que fue de menos a mas. El primer capitulo me pareció muy bueno, por supuesto engañándome un poco, pensando que bien queda ese anime metido en el flashback, me recuerda a Kill Bill o ese chiste es bueno o el hermano Yakuza en un personaje muy interesante. Pero poco a poco fue cayendo mi respeto hacia esta serie, ya que los personajes no son nada interesantes: el mafioso Abbot es lo mas tonto que hay, un pringado Yankee con los albaneses, una policía con una dudosa labor hacia la serie, situaciones no creíbles y mucha tontería.

Vamos es mejor mirar una pared en blanco que esta serie.

Así que por ahora me tocara descubrir alguna película underground o volver a ver las películas de Kitano sobre los Yakuzas si quiero disfrutar sobre este tema. Sayonara Babys.