Muy cruda la historia, pero que linda. En la época en las que las cartas ya son cosa rara, y donde el mundo de la informática gobierna todo, se puede creer aún en la llegada de una carta a tu correo y que cada día esperes que desde el otro lado el otro te responda.
En esta película la belleza física es la belleza del corazón y las ansias por encontrarse con el otro hacen que todo tenga sentido.