Las apuestas eran bastante retorcidas a la hora de igualar el trabajo del póstumo y grandísimo Heath Ledger en el mismo papel y, sin embargo, la actuación de Joaquin Phoenix se adhiere con tantísimo pegamento que supera sin filtros las expectativas de esta precuela. Y, aunque es evidente una falta de acción o suspense al más puro estilo Nolan con su trilogía 'Batman', la cinta logra profundizar en la psicología del personaje hasta tal punto que, al final, uno comprende que alguien no se hace malo porque sí. Definitivamente la película se resume en una completísima fototeca que capta todos los planos y facetas de nuestro queridísimo Joker haciendo de lo demás un escenario remoto... ya retumban las campanas del Óscar al mejor actor.