Película lenta y de estructura simple, con un protagonista apático, desinteresado y seco, cuatro mujeres que aportan el condimento necesario para que el barco se mantenga a flote y un final decepcionante.

La inteligencia no es una de mis mayores cualidades, tengo otras, por lo que estas películas tan, tan, tan sutiles que se suponen que dicen mucho sin decir nada, a veces, se me atragantan. Me fastidia el hecho de que algunos directores no sepan como terminar sus historias y para solucionarlo lo dejen todo más abierto que las puertas de "El corte inglés" en rebajas. Y ale, búscate la vida. Es en estas situaciones cuando navego entre dos mares, porque me fascinan las películas que me hacen pensar, y es cierto que "Flores rotas" lo logra, pero la delgada línea entre sentirse estafado y que puedas sacar tus propias conclusiones está presente.

Las cuatro actrices son las que ofrecen color en este lienzo en blanco que es Don. Cuatro excelentes actrices, extremadamente distintas la una de la otra, así como sus personajes. Una Sharon Stone afable y más preocupada de vivir la vida que de rendir cuentas, una Frances Conroy encorsetada en un matrimonio y una vida que no le van mucho, pero sin intención de cambiar nada, una Jessica Lange entregada a los animales que, probablemente, le hacen más feliz que lo que le hicieron los hombres, y una Tilda Swinton irascible, cabreada y envuelta en un entorno parece que complicado. Como todo en la vida, cada una con una versión de Don y todas ellas reales.

PD: Jessica Lange, aquí, todavía tenía ese rostro verdaderamente sexual y pícaro que, con la edad (o las cirugías), ha ido perdiendo, no así su talento, que se mantiene intacto, o incluso mejorado.