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Voto de Un Lugar de Cine:
8
Thriller. Drama Arthur Fleck (Phoenix) vive en Gotham con su madre, y su única motivación en la vida es hacer reír a la gente. Actúa haciendo de payaso en pequeños trabajos, pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro. Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora. (FILMAFFINITY)
4 de octubre de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que le costó meses a Todd Philips conseguir embaucar a Joaquín Phoenix en este grandioso viaje fílmico. Lo que no sé es el tiempo que le costó a Todd quitarse de encima todos sus vicios cómicos adquiridos previamente, sacudirse todas esas manías cinéfilas a las que tantas veces acudió en la saga "Resacón" y decidir dar vida a una película tan sumamente seria. Una trágica obra sobre un personaje dramático - ¿o es al revés? -, donde la única risa que existe es la que acentúa emociones como el dolor o el desgarro.

Queda claro, en cualquier caso, que ambos han ido de la mano en un viaje desconocido para ellos y recorriéndolo han encontrado un lugar inhóspito dentro del propio género al que, teóricamente pertenece. Una película impropia del hollywood actual, alejada por completo de los cánones del cine que imperan en estos momentos.

"Joker" es una obra mayúscula en toda su acepción, muy cercana al estilo kamikaze de ese primer Scorsese, que dejaba huellas imperecederas en el cine con obras como "Taxi Driver" o "El Rey de la Comedia". Una película impulsada, como aquella de Robert De Niro, del propio tiempo en el que nace, para rebelarse como la obra autoral más arriesgada del año. Rabiosa, adulta y extremadamente incómoda. No es una obra sobre el personaje del Joker, es el mundo visto a través de sus ojos.

Todd escapa de cualquier atisbo de presencia heroica. "Joker" no nace de un mundo de superhéroes voladores dispuestos a salvar al mundo, sino que parte de la concepción de uno mucho más cercano al nuestro, que rebela unas ansias absurdas por autodestruirse. Todd pone el ojo en la pobredumbre moral de un mundo desanimado, apático y angustiado que está a punto de explotar.

En ese marco es donde debemos situar una película, que llena un hueco, hasta ahora, vacío en su género. Si "El Caballero Oscuro" era la aproximación oscura y adulta del superhéroe, "Joker" es, en la misma cercanía con el villano, su respuesta más sonora, sirviéndose incluso de esta para rebelarse como las más perfecta explicación a aquella enigmática conversación que mantenía Alfred con Bruce en aquella película: "Hay personas que no buscan algo lógico, como por ejemplo el dinero. No se les puede comprar ni amenazar, ni se puede razonar o negociar con ellas. Algunas personas sólo quieren ver arder el mundo".

Lo hace, eso sí, despreciando por el camino la épica y el discurso Nolaniano, así como su magnificiencia, y acercándose a la marca de Scorsese como representación de la mediocridad y la indecencia, del mundo deprimente en el que habita su personaje: “Algún día llegará una verdadera lluvia que limpiará las calles de esta escoria” decía Travis Bickle en aquella película icónica de los 70.

Por otra parte la actuación de Phoenix es memorable, digna del mayor de los aplausos: por su extrema dificultad, tanto psicológica, como físicamente, por su enorme compromiso con el personaje, mimetizándose en él hasta no poder distinguir donde empieza el personaje y donde el actor, y por cargar sobre sus hombros con toda la película, prácticamente no hay plano de la misma en el que no aparezca. Pero sobre todo, por aceptar y dejarse llevar por toda esa incomodidad latente sobre la que Todd crea la película, más aún recreándose en ella y arrastrándose por los caminos más desagradables, llevándose consigo el halago y el asombro del público que asiste a una interpretación magnífica, colosal, difícilmente mejorable.

Por último, en referencia a toda la polémica que ha "manchado" el estreno de esta película, principalmente en EEUU, es justo decir que el hecho de que Todd Philips no haya cedido ni un solo paso en las pretensiones marcadas por la propia historia es precisamente lo que engrandece la obra y la sitúa en un nivel completamente distinto a la mayoría de sus homólogas. ¿Es el Joker el mal por naturaleza o por reflejo de aquello que sucede en su propio mundo? ¿Es él quién engendra el mal o simplemente es la representación radical de acciones cotidianas que suceden día a día? Donde está el mal, ¿en él o en nosotros mismos? Estas son las cuestiones que navegan, sin atisbo alguno de reparo o duda, alrededor de una magnífica, cruel y radical película, llena de rabia, porque, y aquí viene la principal clave de lo que Todd nos quiere contar con su "Joker", todo, especialmente el mal, nace siempre a partir de ese frágil, pero estruendoso elemento.
Un Lugar de Cine
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