Más de lo mismo; estupideces continuadas que tienen como punto de partida la decepción de varios personajes a lo largo de sus patéticas y aburridas vidas, y como en un sueño, se les brinda la posibilidad de volver a reconstruirlas partiendo del punto en el cual se torcieron las esperanzas que anhelaban en su juventud. Escenas escatológicas y vulgares se suceden, y a veces de una forma cuan graciosa que no te queda más remedio que esbozar y hacer alguna mueca que exprese que en el fondo te lo estás pasando bien.
Hay actores que siempre te han parecido ciertamente cultos, y que a veces hacen determinas cosas para poder seguir en el "candelabro" que decía aquélla. Pero cuando te das cuenta que el promotor de esas marranadas es ése del cual esperabas más, te quedas, como decir... "a cuadros".
Y que decir de Chevy Chase. Mejor nada, porque entonces lloro. Cuando vez la decadencia de actores que en tu infancia te parecían "inmortales", y ahora los ves de esta guisa, mejor éso; no decir nada.
Un rato entretenido, que ni siquiera inspira la posibilidad de pensar un rato sobre las paradojas, el tiempo y demás entuertos en que otras películas sí intentan profundizar y analizar...