La película me ha servido para conocer a Jean Dominique Bauby. Pues no, no le conocía y ni sabía de su libro y de cómo lo escribió. Y para poco más me ha servido la película.

Admirable JeanDo, con la que le cae encima y con un párpado dictar un libro. Esa curiosidad por conocer al personaje me ha llevado a buscar imágenes de él, sólo he encontrado una de él en el hospital y algunas de él antes del infarto cerebral. Si me guío por la imagen de él en el hospital y sin tener más datos me resulta excesivamente grotesca la apariencia que han dado a Amalric y que no sé si se ciñe estrictamente a la realidad.

Supongo que es difícil contar este tipo de historias, todos tenemos Mar adentro en la memoria y el propio Johnny cogió su fusil y yo no sabría qué hacer con estas historias cinematográficamente hablando, sólo puedo sentarme y comprobar si me conmueven o no. Johnny cogió su fusil me conmovió; La escafandra y la mariposa, no. Me perturba ponerme en el lugar de personas como JeanDo y admiro de dónde se pueden sacar fuerzas para escribir un libro. Sin embargo, Schnabel no ha conseguido conmoverme, me ha aburrido soberanamente.

Sí, la cámara subjetiva es necesaria ¿tanto desenfoque también? Llega a echarme fuera de la historia, dejo de oír diálogos ¿usted quiere que yo vea la película o no?

En fin que más allá de un admirable esfuerzo de un ser humano por seguir viviendo y encima ser capaz de "comunicarse" y ponerle nombre a ese ser: JeanDo, pues poco más. Y qué putada JeanDo, no quisiera estar en tu piel sintiendo lo que tú sentiste, pero no porque me lo cuente Schnabel, sino porque he leído tus datos biográficos gracias a Schnabel precisamente. Paradojas.