Cinta propia de Tarantino con estética setentera y violencia directa. Como siempre la banda sonora es genial y las escenas más sangrientas cumplen sin dudar. Se consigue destacar lo vulgar de una manera muy distinta y muchos momentos son geniales. Russell está perfecto y el conjunto es muy atractivo y divertido. Sin embargo es una película de nivel bajo para Tarantino dada su poca dificultad y la repetición de recursos. Una más para pasar un rato ameno.