Curiosa historia, en la que Woody Allen nos quiso demostrar que es capaz de contar una trama interesante sin necesidad de utilizar los recursos clásicos del cine convencional, tratando de demostrar que al final, cualquier instrumento en el mundo audiovisual puede fabricar una narración.
Tiene momentos divertidos, impresionantes, aunque he de decir que es mejor verla en versión original subtitulada sobre todo si no entiendes muy bien inglés, ya que en la versión española no subtitulan muchas de las declaraciones de los personajes del "documental".
Decir que durante algunos momentos se hace pesada porque se reitera mucho en algunas cosas, como por ejemplo en mostrar determinadas canciones y bailes que eran del estilo de la época, que él aprovecha para homenajearla.
A destacar el mérito de la fotografía, el fotomontaje logrado, el montaje muy afortunado y algunas desternillantes y delirantes escenas.