Maravillosa película de animación la que nos regala Dreamworks, película que no ha tenido una gran publicidad como otras muchas y que tampoco ha dado mucho que hablar incomprensiblemente, pero que a mí me ha encantado. Es un gusto poder verla en versión original donde quizás el actor más conocido sea el guapo Gerard Butler, quién con su gran voz da vida al padre de nuestro protagonista y jefe de la tribu vikinga. La música de John Powell es extraordinaria para tratarse de una película de animación y los dibujos están admirablemente logrados. Quizás la película sea más recomendable para adultos que para niños porque no es precisamente ingenua y trata temas nada infantiles con crudeza, como mejor muestra de ello es el sorprendente final que quien haya visto la película sabrá de qué calibre es. Los personajes secundarios no tienen tanta importancia como en otras producciones de este tipo, centrándose más la historia en el protagonista principal, ese adolescente incomprendido y en su inesperado amigo, un dragón que no es tan fiero como quieren representarlo. La relación de amistad y de apoyo entre ellos es la piedra angular de este film. A mí me ha gustado mucho, la verdad, el final es perfecto, la duración es la correcta, todo en ella es de calidad. Merece muy mucho la pena verla y disfrutarla. Como bien dice su protagonista, la mayoría de los pueblos tienen mosquitos o ratones... ¡Ellos tienen dragones!