La verdad es que me he llevado una sorpresa positiva con esta película porque, leyendo los comentarios dejados en esta maravillosa página, parecía que sería el mayor bodrio del siglo, y nada más lejos de la realidad. Se trata de una más de las muchas producciones de Emmett y Furla que han estado contando con la presencia del actor Bruce Willis a lo largo de todos estos años en las que el veterano actor aporta poco de su experiencia frente a las cámaras y sirve más como apoyo a los productores y reclamo de público.

Aquí Willis está muy correcto como un traficante de droga del que no te puedes fiar, pero los verdaderos protagonistas de la película son un, como siempre, magnífico Forest Whitaker, actor que nunca defrauda y que, incluso ene este tipo de películas pequeñas, se toma su trabajo muy en serio, y una Malin Akkerman que aguanta bastante bien el peso de su protagonismo. Junto a ella podemos ver también a Nikki Reed, integrante de la famosa saga "Crepúsculo", muy desaprovechada, y a una interesante Deborah Ann Woll, a la que no conocía y que es protagonista de la serie "True blood".

No está tan mal y el homenaje y copia del montaje de un director como Tarantino no tiene por qué ser negativo, ya que en esto del cine no hay nada ya sin inventar y homenajes a la forma de rodar de diversos directores siempre se han hecho a lo largo de todos estos años, así que todo mi apoyo a Aaron Harvey y a su debut tras las cámaras.
Un saludo,
Tess