A Inglaterra le interesa lo que se pueda cocer en la próspera y democrática Cuba y por eso, el MI 6 contrata a un compatriota para que actúe de espía. Será su contacto en La Habana. La película no está mal considerada pero en realidad no merece la pena entretenerse con ella. El argumento es ingenioso pero el desarrollo tiene tramos sin fuelle, puede ser que el director no supo llevar el tema con la soltura necesaria.
Los personajes están bien, y por lo que merecería la pena verla sería por Maureen O´Hara en un papel muy atractivo. Se la ve muy distinta a su peculiar estampa de mujer curtida. Por ejemplo, como contacto del hombre de las aspiradoras (Alec Guinnes), podría haberse mejorado su relación con algo más de chispa.
El papel de Burl Ives también da algo de sal a la trama.
El capitán policía será fiel reflejo de esa tiranía reinante y es el principal causante de que haya algo de pulso en la narración. Alec Guinness es un actor peculiar que por su estampa seria le va como a nadie un buen papel con ese toque humorístico que aquí tiene. Inolvidable su trabajo en El quinteto de la muerte. Lástima que esta película no haya sido lo que debía haber sido.