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Voto de Juanjo Iglesias:
5
Bélico. Drama En un pueblo inglés, Albert, el hijo de un granjero, ve nacer un potrillo. Poco después, su padre lo adquiere en una subasta, y el chico le pone de nombre Joey. Pero la familia se arruina y no tiene más remedio que vender el caballo justo cuando estalla la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Ése es el punto de partida de un viaje en el que tanto Albert como Joey lucharán por sobrevivir a la contienda y volver a estar juntos. (FILMAFFINITY) [+]
4 de febrero de 2012
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A día de hoy, Spielberg se ha convertido en un director anticuado. Su cine efectista y purista en las formas se descubre poco emocionante y privado de personalidad. Quizá el seguir una fórmula que funcionaba espléndida en los años 80, le coloca en el desalentador Olimpo de las viejas glorias. No he sentido el menor interés por el cine de este director desde "Indiana Jones" y "E.T." y por el momento no tengo intención de cambiar de idea, ya que “War Horse” es de nuevo una película mediocre, acomodada y pensada como producto para masas, con una artesanía, eso sí en sus formas, fastuosa y detallista hasta los límites más remotos.

Esa magnificencia y minuciosidad técnica es la única baza del director y con este tema cumple a la perfección. Los decorados, la fotografía, esos planos largos espectaculares y la música apoyan todo esto de forma pretendidamente fascinante. La formula Spielberg en todo su apogeo. Formula que insisto ha perdido por completo su lugar.

Juega con lo cómico y lo dramático, a veces con buen resultado y a veces aparentando una parodia de cine infantil. A ratos se presenta pletórica de belleza y a veces tengo la impresión de que el caballo o el pato se van a poner a hablar, y me siento como si estuviera viendo “Shrek”.

Esta irregularidad dramática y narrativa comienza a vislumbrarse a los diez minutos de película, tras un comienzo espectacular que apunta hacia un portentoso drama, pero se diluye irremediablemente con rapidez. El aroma clásico del comienzo, emula esas historias sencillas e inolvidables del viejo Hollywood. Historias sobre las cosas importantes de la vida, el amor, el trabajo, la familia o la amistad. En ese sentido me llegó a recordar, por los sentimientos que produce a la mítica y maravillosa "“Que verde era mi valle”. Sencillez que el director utiliza sabiamente para dominar las emociones del espectador. Habría podido ser una buena película de haber seguido esos senderos.

Pero no es así. Utilizando un recurso precioso, que ya utilizara Hitchcock en “Psycho”, que es el de mutar la historia, cambiando repentinamente de protagonista, la historia se pierde en el más absoluto sin sentido, convirtiéndose en un drama bélico que transforma lo que sería una buena ambientación en su esencia y motor, hecho que coloca lo narrativo en un lugar secundario, para lucimiento personal del director.

En ciertas escenas busca un significado poético que no consigue, anulando por completo el sonido ambiente y utilizando únicamente imágenes y música. Otras escenas presumen de una sorprendente violencia que reincide en una terrible condescendencia hacia el espectador, que me habla de un Spielberg que considero se encuentra en un momento en el que su enardecido orgullo subestima la inteligencia del espectador.

(sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juanjo Iglesias
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