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Voto de Antonio Morales:
8
Drama Ernesto hace un viaje a la provincia argentina de San Luis, a un remoto pueblo en un valle puntano, para recordar su infancia y las circunstancias que han determinado su vida: sus padres se habían exiliado voluntariamente de Buenos Aires para vivir en una comunidad campesina. La llegada de un geólogo español, contratado por el cacique local para buscar petróleo, representa una amenaza para la forma de vida de los campesinos. (FILMAFFINITY) [+]
17 de noviembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película a Aristarain plantea con prioridad una dimensión ética, cosa que resulta cada vez más difícil en el cine actual. Para que todo adquiera una dimensión superior y los personajes cobren mayor envergadura, todo el film está visto a través de los ojos de un adolescente. Este planteamiento – igual que sucedía en “Raíces profundas” – es fundamental en la concepción de “Un lugar en el mundo”, y por eso comienza con el retorno del joven Ernesto al pueblo de San Luis donde ocurrieron los acontecimientos que marcaron su vida, en un largo “flash back” que abarca casi todo el metraje. Recordando su amor imposible, el empeño y sacrificio de sus padres, maestro y doctora encarnados espléndidamente por Federico Lupi (Mario) y Cecilia Roth (Ana).

El film mantiene que la mejor educación que se puede dar deriva del ejemplo, los principios frente a la codicia, y por eso la figura de su padre Mario se ha mantenido, para el joven, incólume a lo largo de los años. Pero lo más importante que su padre – maestro de escuela que tiene que dar de comer a sus alumnos para que asistan a clase – le ha transmitido, es una concepción de la vida donde la justicia pueda existir, al igual que una concepción del ser humano en la que solidaridad y ética pueden llegar a ocupar el puesto que hoy detentan la competitividad y el afán de lucro. Ernesto recibe una herencia de dignidad, de garantía de que un hombre será más feliz, allá donde sea más necesario.

El personaje “excusa” sería Hans (José Sacristán), un geólogo contratado por el cacique del lugar para estudiar la zona en busca (en principio) de petróleo. Un tipo pragmático que se considera un mercenario a sueldo, pero que el fondo no deja de ser un romántico que sabe distinguir y admirar lo que merece la pena. La irrupción del personaje provoca determinados problemas entre Mario y Ana. Una película de personajes fronterizos, al que la película rinde homenaje explícito en la borrachera entre Mario y Hans, que piensan que pese a todo es preferible seguir luchando, por lo que uno cree, aunque los vientos no soplen a favor. Una película honesta y sincera, lo que en la situación actual resulta reconfortante.
Antonio Morales
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