Me gustaron mucho The Fighter (2010), Escándalo Americano (2013), Los juegos del destino (2012) y hasta la misma Tres reyes (1999). Así que mí expectativa por disfrutar Ámsterdam era inmensa. Ya en la primera hora de la película el cine se empezó a vaciar. Antes del final sólo quedaba el 10% de todos los espectadores. Esto nunca lo había vivido. Y lo peor del caso es que los que se marcharon en estampida tenían toda la razón para hacerlo.

Ámsterdam resultó un completo fiasco. David O. Russell quiso parecerse a Wes Anderson. En eso de ser creativos a riesgo de molestar las convenciones. Sólo que la molestia creativa devino en tedio.

Es increíble como el guion es indolente y como se desprecia a actores del calibre de Christian Bale y Robert De Niro.

La historia es tonta e inútil. El complot nazi en los Estados Unidos antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial carece de suspenso y drama. La comedia cuando no produce una sonrisa sincera y entusiasta deja de ser comedia.