Buñuel dijo una vez "La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas que me son preciosas". Pero ¡Oh sorpresa! en este film hace gala de estar interesado por la ciencia, la ciencia de la psicologia, quizás la única ciencia que le interesara....

Lo extraordinario de esta película es el estudio psicopatológico tan bien que hace sin efectismo, sin lo espectacular del cine norteamericano, pero tampoco lo hace como el cine independiente europeo. Lo explica de manera natural, certero, sin dobles sentidos. Es única por cuanto no he visto nunca un desarrollo así de este tópico en el cine. Está claro que Buñuel tuvo que leer algún manual.
Buñuel consigue hacer dar cuenta de un prejuicio muy extendido actualmente: que es el de que la mal llamada locura se ve a simple vista. No es tan fácil. De que un grave trastorno es fácilmente reconocible en el desenvolvimiento social, y algo peor, que caracteristicas que no llegan a crear un cuadro patológico pero son desadaptivas o insalubres tambien las reconoceríamos. Nada más lejos de la realidad. Los humanos modernos fallan más que una escopeta de feria, quizás porque tienen demasiado en común con la enfermedad. (Perdonadme la dureza)

Trata perfectamente un tipo de cuadro que se da en la mujer como pareja y que se da a menudo, definiendolo muy bien. No diré cual es para no desvelar nada. Pero Buñuel va más allá, introduce el cristianismo y la iglesia, así como la represión e idealización que crean estos en la personalidad, y finalmente la incapacidad de estos para devolver el equilibrio y la salud a la persona. Uno se queda solo, o por fortuna se encuentra a un otro cuerdo que te comprenda....